La morosidad en el sector textil y en la construcción

Morosidad sector textil y construcciónEn 2014 el plazo medio de cobro era de 80,7 días de media, que aún son 20,7 días por encima de la legalidad vigente. Esta media se vió ampliamente superada en el caso de las pymes textiles, situando el plazo medio de cobro de sus facturas en 95,2 días, 3,7 días más que en el último trimestre de 2013.

Por otro lado, en el caso de las pymes de la construcción, el cobro de las facturas se situaba en 94,7 días de media, mientras que en el anterior trimestre lo hacían cinco días más tarde.

Hace unos meses, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) advertía de la inseguridad jurídica para las pymes y de la parcialidad de la ley contra la morosidad para la actividad de las empresas de menor tamaño.

El periodo medio de pago de las operaciones comerciales aumentó hasta marzo en 81 días, una media similar a datos extraídos en 2014.

Por sectores, el textil y el de la construcción se mantienen un trimestre más como las ramas de actividad con los periodos de pago más elevados, tras efectuarse los pagos en una media de 93,9 y de 93,2 días, respectivamente, más de 30 días por encima del plazo legal.

Plazo de pago a proveedores

El retraso en los cobros de las facturas sigue perjudicando de manera directa a las pequeñas y medianas empresas, ya que son las que menos margen de maniobra tienen debido a que cuentan con menos recursos de tesorería para afrontar los pagos, convirtiéndose en las que más han sufrido durante estos años los efectos de la crisis.

Ante esta complicada situación a la que se tienen que enfrentar las pymes habitualmente, Corfisa sigue apostando por ayudarlas a financiar su actividad, haciendo hincapié también en paliar la morosidad en el sector textil y en el de la construcción, que son a los que más afecta el retraso en el cobro de las facturas.

A través de sus servicios de descuento de pagarésanticipo de facturas y descuento de letras, las empresas podrán obtener la liquidez que necesitan sin esperas ni retrasos en los cobros, y sin aumentar en ningún momento el riesgo bancario, convirtiéndose con todas las ventajas que ofrece, en el mejor apoyo de las empresas ante los problemas de morosidad.